jueves, 19 de septiembre de 2013

Ropa Vieja

 

     Rápida, sencilla y muy económica, esta receta te vendrá de maravilla para una noche cualquiera.

IMG-20130917-WA0002[1]Puedes aprovechar las sobras de un cocido de garbanzos del día anterior. Los garbanzos y el caldo. O bien, si no los tienes porque te salió muy rico y no sobró nada; puedes usar uno de esos botes que vienen precocidos.

     En un bol o ensaladera machacas los garbanzos con un tenedor. Añades ajo muy bien picadito, un diente será suficiente para un bote. Si te gusta mucho su sabor, prueba con dos. También añadimos perejil, bastantito y una pizca de sal. Ya sabes que esta última sube la tensión. Si los garbanzos son de sobras, no te hará falta la sal.

    Tras mezclar bien lo anterior, añades un huevo batido y un puñado o dos de miga de pan. Lo remueves todo junto con la mano, amasando hasta que quede una pasta uniforme.

    Puedes especiarla de otra forma si te gusta probar sabores, pero esta es la forma de la abuela Salud.

    Luego, hacemos bolitas y las freímos en abundante aceite de oliva virgen extra, que es el más sano de todos. También debemos cuidar el colesterol.

    Recién fritas y calentitas, acompañadas de una ensalada aliñada con vinagre de Módena, estarán de vicio.

    Si en casa sois muy soperos y os sobró el caldo del cocido, podéis echarlas en él y tomarlo como sopa, pero sin dejar que se ablanden las bolitas, ya que así tendrán esa textura crujiente que a nosotros tanto nos gusta.

    Las fotos y la idea de la receta se la debemos al pequeño de los andufitos que la tenía conservada de la abuela.

    Disfrutarla y nos contáis como estaba si le añadís especias distintas.

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